Se ha comprobado en muchos casos que los conductores accidentados sufrían limitaciones en el campo de visión o defectos de agudeza visual.
El 90% de la información que necesitamos para conducir la recibimos a través de nuestra vista. Por si no lo sabías y si no te lo recordamos aquí, además de ese 90% de la información, debes saber que existe una clara correlación entre déficit visual y accidentabilidad. Cuanto mayor es una mayor es la otra.
En condiciones de baja iluminación, como puede ser durante la noche, muchos conductores manifiestan trastornos visuales vinculados a una deficiente sensibilidad luminosa.